La Cecot ylAutcat piden al Gobierno que amplie el margen de solicitud de aplazamientos tributarios

Este mes de julio las empresas tienen que presentar el Impuesto sobre Sociedades correspondiente al ejercicio 2019, un año beneficioso para la mayoría de empresas y que se tendrá que abonar en un contexto adverso para la liquidez, como es el actual.

Este mes de julio coincide la presentación de las declaraciones habituales con la presentación del Impuesto sobre Sociedades de un ejercicio, el 2019, que en muchos casos ha sido beneficioso y que habrá generado cuotas positivas a pagar, pero que llega en un momento donde la liquidez de las empresas se ve menguada por la situación económica provocada por el impacto del COVID-19 y que los recursos disponibles hay que dedicarlos de forma prioritaria a mantener viva la actividad productiva y los puestos de trabajo.

Si no se toma alguna medida que permita, tal y como se hizo en el trimestre anterior, poder aplazar los impuestos total o parcialmente, podemos abocar a muchas empresas a una situación de insolvencia financiera que haga imposible su continuidad.
Por eso la Cecot y la Organización de Autónomos de Catalunya - Autcat han solicitado en el Gobierno de España la adopción de medidas que permitan poder solicitar aplazamientos sobre los impuestos que se meriten en este trimestre, con independencia de si ya se solicitó un aplazamiento en el trimestre anterior, fijando nuevos límites que no condicionen la continuidad de las empresas, estableciendo plazos bastante flexibles como para poder dar tiempo a que la actividad se recupere y se pueda hacer frente a estas obligaciones.
A estas alturas huelga decir que lo que el tejido empresarial demanda son facilidades para abonar unos impuestos sobre una actividad económica que se está viendo afectada por el impacto del COVID-19. Se está pidiendo poder realizar estos pagos de una manera diferente y dilatada en el tiempo para poder evitar el endeudamiento de las empresas y autónomos; y el Gobierno tiene la posibilidad de llevarlo a cabo tal como están haciendo otros estados miembros de la Unión Europea. Pero hasta el momento los únicos que asumen responsabilidades fiscales son las empresas y particulares que, además, han demostrado una gran implicación en la resolución del problema sanitario aportando de manera altruista horas de producción, materiales, transporte o incluso alguna donación económica.
Las entidades vuelven a recordar que ninguna empresa quiere dejar de pagar impuestos, pero tampoco puede dejar de pagar salarios y proveedores.

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