Ante el inicio escolar, la Cecot demanda más flexibilidad en la gestión de las relaciones laborales para garantizar la conciliación laboral y familiar

Ante el supuesto de cierre de escuela o de una clase concreta, la Cecot propone que los progenitores y los miembros del núcleo de convivencia familiar sean considerados en situación de incapacidad temporal asimilada a contingencia profesional, tal y como se produjo en el estadio inicial de la pandemia.
  • En otros supuestos, la propuesta pasaría por la habilitación de permisos retribuidos recuperables y la posibilidad de modificar temporalmente las condiciones de trabajo del resto de plantilla.

La incertidumbre que genera el inicio escolar ante las medidas de prevención para evitar la propagación de la COVID-19 tiene una afectación y un impacto directo sobre la actividad productiva, por lo cual, la patronal Cecot demanda al Ejecutivo que implemente y que permita a las empresas la implementación de herramientas y medidas para la gestión de las distintas casuísticas que se derivarán a partir del catorce de septiembre. El supuesto más plausible que nos podemos encontrar es el cierre por riesgo de contagio, ya sea de una clase concreta, de un grupo de alumnos o bien de toda una escuela. Un riesgo que se traslada al núcleo de convivencia familiar. En este caso, desde la Cecot se considera que la solución pasaría porque los progenitores y los miembros del núcleo de convivencia familiar sean considerados en situación de incapacidad temporal asimilada a contingencia profesional, tal y como se produjo en el estadio inicial de la pandemia. En este caso concreto, el sistema de compensación económica es sencillo y hasta el momento ha estado bien gestionado por las empresas, puesto que se hace en régimen de pago delegado. Es una medida que responde a la realidad del posible contagio y permite la conciliación. Aun así, habría que tener en cuenta la posibilidad de desactivar los complementos que para las prestaciones de incapacidad temporal (IT) hay establecidas en la negociación colectiva dado que en este supuesto, donde se generaría una baja por confinamiento de la persona trabajadora con hijos al cargo, sin responsabilidad empresarial en el desencadenante de esta baja, a la empresa no le tendría que suponer más coste.

En otros supuestos diferentes al cierre de clases o escuelas, desde la Cecot se propone volver a habilitar permisos retribuidos recuperables, junto con la facultad empresarial de modificar las condiciones de trabajo, de jornada y horario al resto de plantilla, mientras dure la circunstancia temporal. Esta medida permitirá adaptar los recursos humanos a la realidad productiva del momento, ayudando a mantener la actividad puesto que la empresa no perdería la jornada debida por la persona trabajadora y, a la vez, permitirá conciliar la vida laboral con la familiar.

Se podría dar también el caso que una persona trabajadora que no puede prestar servicios por cualquier otra causa, aliena totalmente a su voluntad, pueda quedar afectado por un ERTE, permitiéndose a la empresa, en este caso, subscribir el correspondiente contrato de interinidad para sustituir a la persona trabajadora afectada por el ERTE.

“Las empresas pueden encontrarse con infinidad de casuísticas con sus plantillas que, en función de un gran número de factores propios a la actividad que desarrolla y del sector donde la desarrolla, así como otros aspectos inherentes a la empresa, que tendrá que gestionar de manera personalizada”, explica Antoni Abad, presidente de la Cecot, “por lo tanto, necesita mecanismos y herramientas de gestión para hacer frente a las situaciones circunstanciales que se le pueden presentar y poder adaptar soluciones a cada caso y en cada momento”.

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