La Cecot considera que aplazar los pagos tributarios al 20 de mayo continúa siendo insuficiente y no va a resolver los problemas de liquidez

Abad: “Oímos grandes anuncios en las ruedas de prensa pero constatamos que no hay una voluntad de ayudar realmente a las empresas. Ninguna empresa quiere dejar de pagar impuestos, pero tampoco quiere dejar de pagar salarios y a proveedores”
  •  El Consejo de Ministros ha anunciado hoy la aprobación del aplazamiento del pago de impuestos al 20 de mayo con unas condiciones que la Cecot plantea como insuficientes para garantizar la liquidez a las empresas y autónomos.
  • ¿Para cuándo el Gobierno se sentará en una mesa de trabajo con los representantes de las empresas, especialmente pymes, y los autónomos, como hacen otros estados miembros de la UE? Si somos una gran economía europea, que lo somos, queremos también soluciones europeas.

La Cecot insiste en que las empresas y autónomos asociados a la entidad tienen muy presente que la contribución a través del pago de impuestos es un deber y una obligación para el mantenimiento de la sociedad del bienestar que deseamos. Es por eso por lo que siempre ha denunciado el intrusismo laboral y ha demandado a la administración una lucha efectiva contra la economía sumergida que perjudica no solo a la competitividad de las empresas que están contribuyendo a las arcas del estado, sino sobre todo al bienestar y a la cohesión social de la ciudadanía.

Teniendo en cuenta este compromiso, la inesperada crisis de la COVID-19 está teniendo un impacto económico importante en las empresas y autónomos y es por eso por lo que se hace necesaria la aplicación de políticas fiscales por parte del Gobierno que puedan ayudar a que el tejido empresarial capee la caída de actividad, o la inactividad en algunos sectores, durante el tiempo de Estado de Alarma.

Entre las propuestas realizadas por la Cecot para paliar la caída de la actividad, la reducción de la facturación y poder equilibrar los costes fijos para mantener la actividad con posterioridad a la COVID-19, se encuentran las de:

  • Posponer hasta finales de año el pago de todos los impuestos y la suspensión de tener que hacer las autoliquidaciones y declaraciones fiscales (o al menos su ingreso).
  • Devolver los impuestos que el Estado ha ido ingresando en los últimos seis meses, teniendo que devolverse durante los 18 meses siguientes.

Hoy el Gobierno ha aprobado el aplazamiento del pago de liquidaciones tributarias previstas para el 20 de abril, tal y como solicitaban gran parte de los agentes económicos, lo que hubiera tenido que conllevar a una distensión de tesorería a las empresas para poder efectuar los pagos a proveedores y plantillas. Sin embargo la Cecot considera que la propuesta aprobada hoy es insuficiente ya que pospone únicamente hasta el 20 de mayo el pago de impuestos, alargando las problemáticas de liquidez de para las empresas:

Por un lado, como continúa habiendo una imposibilidad física para hacer las declaraciones, ya que seguimos en una situación de confinamiento, entendemos que la fecha de 20 de mayo es en la que el Gobierno considera que se habrá restablecido la actividad y se habrá procedido al desconfinamiento. Sin embargo el Gobierno limita esta moratoria a las empresas de menos de 600.000 euros de facturación, es decir microempresas y autónomos, lo que nos lleva a deducir que el ejecutivo está más preocupado en facilitar la tramitación física de las declaraciones que en la problemática de liquidez de las empresas. Es decir, que dan un mes de margen a las empresas pequeñas para que puedan gestionar presencialmente las declaraciones.

Por otro lado, las empresas continuaran teniendo el problema de la tensión de tesorería para poder pagar a proveedores si la situación continúa prorrogándose en el tiempo. Desde la Cecot se propuso al Gobierno aplazar las declaraciones a finales de año, sin embargo, en este sentido el Gobierno lo ha resuelto con:

  • Un aplazamiento tributario de 30.000 euros.
  • Y que las empresas se dirijan a las entidades financieras para obtener liquidez.

“Para nosotros esta no es una solución factible que ayude a la progresiva reactivación de las empresas”, afirma Antoni Abad, presidente de la patronal catalana, “reiteramos que es imprescindible inyectar tesorería a las empresas para que puedan subsistir y hasta el momento, el Estado no ha asumido ninguna medida efectiva que lo haga posible”.

Ya que el Gobierno no aplazará hasta las declaraciones para finales de año, la Cecot pide que los aplazamientos que propone se puedan solicitar hasta un límite de 200.000 euros o, simplemente, sin un límite establecido, incluyendo a las empresas que facturen hasta 30 millones de euros.

La propuesta, más allá de venir motivada por la necesidad de inyectar liquidez, responde al hecho de que:

  • Los trámites y las gestiones para las operaciones financieras están siendo lentos y confusos ya que no está clara la cobertura de los avales del ICO.
  • El aplazamiento de 30.000 euros es, al modo de ver de la Cecot, ridículo e insuficiente para empresas que facturan más de 500.000 euros.

 A estas alturas huelga decir que lo que el tejido empresarial demanda son facilidades para abonar unos impuestos sobre una actividad económica que se está viendo afectada por el impacto de la COVID-19. Se está pidiendo poder realizar esos pagos de una manera distinta y dilatada en el tiempo para poder evitar el endeudamiento de las empresas y autónomos; y el Gobierno tiene la posibilidad de llevarlo a cabo tal y como están haciendo otros estados miembros de la Unión Europea. Pero hasta el momento los únicos que asumen responsabilidades fiscales son las empresas y particulares que, además, han demostrado una gran implicación en la resolución del problema sanitario aportando de manera altruista horas de producción, materiales, transporte o incluso alguna donación económica.

“Vuelvo a recordar que ninguna empresa quiere dejar de pagar impuestos, pero tampoco puede dejar de pagar salarios y proveedores”, concluye Abad.

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